¿Superstición, miedo, prevención o simplemente tradición? Lo cierto es que hoy muy pocos van a resistir la tentación de ingerir en ayunas un sorbo de caña con ruda, porque los abuelos aseguran que prolonga la vida, espanta la mala suerte, promueve alegrías y despoja a la gente de la "yeta".
Es un "menjunje", mezcla de caña blanca paraguaya o ginebra y hojas de ruda, una hierba calificada como medicinal por sus excelentes efectos sobre el aparato digestivo y también en el circulatorio.
Se trata de beber cada 1° de agosto al amanecer -e incluso antes de la higiene bucal- un sorbo de este elixir que, según los crédulos, brinda la salvación a todos los males y, según los que no creen mucho en las costumbres, un acto de prevención.
Tomar caña con ruda no es patrimonio de ningún círculo privilegiado ni sector marginado. Es una costumbre a la que se aferran todos; por eso el 1° de agosto se convierte en una jornada en la que la igualdad de oportunidad se identifica con la de gustos y hasta con la de temores y prevenciones.
Es un "menjunje", mezcla de caña blanca paraguaya o ginebra y hojas de ruda, una hierba calificada como medicinal por sus excelentes efectos sobre el aparato digestivo y también en el circulatorio.
Se trata de beber cada 1° de agosto al amanecer -e incluso antes de la higiene bucal- un sorbo de este elixir que, según los crédulos, brinda la salvación a todos los males y, según los que no creen mucho en las costumbres, un acto de prevención.
Tomar caña con ruda no es patrimonio de ningún círculo privilegiado ni sector marginado. Es una costumbre a la que se aferran todos; por eso el 1° de agosto se convierte en una jornada en la que la igualdad de oportunidad se identifica con la de gustos y hasta con la de temores y prevenciones.
Y bue... habra que tomarlo.